Espacio de Interés Local Loio-Ruxidoira

ENIL LOIO-RUXIDOIRA

Los espacios naturales de interés local, tal y como define la Ley 9/2001, de 21 de agosto, de conservación de la naturaleza, son lugares singulares que merecen algún tipo de protección de sus valores naturales.

El ENIL Loio-Ruxidoira tiene una superficie de 437 hectáreas que se localizan en las siguientes parroquias del Ayuntamiento de Paradela: Loio, Castro San Martiño, Castro (San Mamede), Ferreiros, Francos, Cortes, Laxe, Suar, San Miguel, Vilaragunte y Barán.

El interés del espacio Loio-Ruxidoira radica en la gran diversidad de especies que habitan un bosque de ribera extenso y en buen estado de conservación que se alterna con amplias áreas de robles y castaños. La mayor parte del ENIL está ocupada por robles, castaños, abedules...etc. Estos bosques de especies autóctonas son bosques maduros y equilibrados que favorecen la biodiversidad y son refugio de un gran número de especies de fauna y flora. Entre las maravillas botánicas que atesora el ENIL hay varios árboles singulares como por ejemplo un roble centenario que se encuentra en pleno sendero de la ruta del Loio y otros dos castaños centenarios en las ruinas de Sta María de Loio, además de robles y castaños dispersos en la ruta que sin ser centenarios podrían estar  próximos, dada la morfología característica que presenta su tronco.

Hay estudios que señalan hasta 22 especies protegidas por alguna Directiva Europea, entre las que destacan varias especies endémicas de Galicia y de la Península Ibérica como p.ej. el tritón ibérico o la lagartija gallega, así como numerosas especies recogidas en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas o en el Catálogo Gallego de Especies Amenazadas como p.ej. la salamandra y otras recogidas en la Lista Roja de los Vertebrados de España. Este tipo de bosques tienen un microclima que favorece la existencia de una gran variedad de especies de fauna y flora, en el entorno del río podremos encontrar, entre otras muchas especies: erizos, ranas verdes, escáner, topos ibéricos, musaraña bicolor, murciélagos, armiños, comadrejas, nutrias...etc. Y también numerosas aves como águilas ratoneras, aguiluchos pálidos, halcones pequeños, codornices, tórtolas, cucos, alondras, petirrojos, ruiseñor bastardo, búhos chicos ...etc. y algún que otro zorro, corzo, jabalí...etc.

 

El sendero PRG-14, conocido como Ruta do Loio y homologado por la Federación Gallega de Montañismo, que cuenta con la sinaléptica habitual de las rutas de senderismo es la mejor manera de realizar una primera aproximación al ENIL y conocer además varios molinos, como p.ej. el molino de O Cabo en el inicio o el molino de A Retorta que acaba de ser restaurado. Desde la ruta, tomando un desvío podemos visitar los restos del monasterio de Sta. María de Loio, lugar donde se funda la Orden de los Caballeros a Santiago y del que aún se pueden ver algunos restos. En el lugar abundan los matorrales de acebos (Ilex aquifolium), de nuevo una especie en peligro de extinción y catalogada como especie protegida. El hecho de ser una planta que fructifica en invierno le da un valor ecológico muy importante, al ser una buena fuente de alimento para muchas especies, especialmente pájaros.

En el territorio del ENIL hay también abundante patrimonio etnográfico a través del que conocer la historia del lugar: en Cortes podremos ver viñedos

con los que entenderemos la calidad del vino de la D.O. Ribeira Sacra o los bien conservados muros que dividen las fincas de cultivos y que son característicos del paisaje en mosaico propio de Galicia, encontraremos casas de Hidalgos como la que hay en el lugar de Celmán o lugares privilegiados para entender lo que supuso el embalse de Belesar para Portomarín como el mirador de Cabodevila...etc. En definitiva, naturaleza e historia para pasar un día de ocio es lo que encontraremos en este lugar protegido.

 

 

La Ruta do Loio

 

Ruta do LoioLA RUTA DO LOIO, comienza en la capital del municipio, al lado de las piscinas municipales, y termina en la parroquia de San Xoán de Loio, a orillas del padre Miño.

Se puede hacer tanto a pie como en bicicleta, con una distancia de 7 kilómetros, y una duración de tres horas aproximadamente.

Comenzamos el camino en Ruxidoira, al pie del Muíño do Cabo, aunque también podemos iniciar la ruta desde otros dos puntos: el parque que está detrás del Centro de Salud y desde Rodillón.

A pocos metros de las piscinas, se encuentra un pequeño molino restaurado, el Molino do Cabo y el puente del  Molino que cruza el río. Continuando en la ruta, ya se oye el rugir de las aguas de la cascada que se puede admirar desde A Ponte da Fervenza.

Seguimos el viaje atravesando un entorno paisajístico inigualable, hilera sin fin de árboles de edad, colores verdes e aguas cristalinas, naturaleza en estado puro.

Si tenemos suerte, podemos encontrar en nuestro camino compañeros tan singulares coma son los corzos, los jabalíes, las comadrejas…

Cuando llevamos kilómetro y medio recorrido nos encontramos con el cruce donde se unen los tres caminos: el que llevamos, el de la entrada por el centro de salud de Paradela y el de la entrada por Rodillón. Más adelante, a unos metros, podemos descansar para beber algo de agua fresca en la Fuente situada a 150 metros del paseo a mano izquierda. Continuando el viaje pasamos a pocos metros del Molino de Pías (150 metros por la derecha bajando hasta el río). De vuelta en la senda, vamos en busca del Loio, hasta cruzarlo en la Ponte da Retorta.

Ruta do LoioEl camino continúa entre almendros, sauces y robles, además de los emblemáticos y amenazados acebos, hasta llegar al kilómetro 1,9 donde se observa un imponente Roble Milenario, al pie de la ruta.

Seguimos descendiendo hacia el río para llegar al Molino da Retorta, cruzando la Ponte do Muíño da Retorta. Este es el más grande de los molinos que hay en la ruta, con cuatro piedras de moler. Allí nos encontraremos con una nueva sorpresa, una cascada.

Recorridos ya 2,5 kilómetros de la ruta, entre pastos y fincas antiguas llegamos a la encrucijada que nos llevaría a Suar. Nosotros continuamos la senda de la derecha, por un fermoso camino lleno de encanto, cruzando hermosos bosques de castaños cautivados con el son del río cantarín, hasta acceder a la Ponte de Portocaneiro.

Ruta do LoioA 200 metros a la izquierda de la ruta podemos visitar el Molino de Sucastro, ya llevamos 4100 metros recorridos en los que con algo de suerte divisaríamos varios tipos de pájaros.

De  vuelta en la ruta, vamos dejando atrás el Loio hasta llegar a la Capilla de San Berto, Portocaneiro. Pasada esta, Se accede a un hermoso corgo mediante escalones instalados en la pared que nos llevan a un nuevo camino de carro con vistas a lo más profundo de la ribera y al pueblo de Igón.

De nuevo volvemos a la ruta para avanzar hasta el desvío que nos lleva al lugar de las Ruínas del Monasterio de Santa María de Loio, lugar donde se crea la Orden Militar de los Caballeros de Santiago, 12 caballeros que en el año 1170 hicieron un juramento para proteger a los peregrinos de los asaltos de los infieles. Se conservan únicamente restos de edificaciones y escaleras, así como un sarcófago y la capilla de Sta. María de Loio (Cortes), recientemente restaurada.

El tramo final de la senda lleva hasta la carretera LU-633, frente a dos restaurantes: El mesón do Loio y Río Loio - Restaurante O Roberto, donde se pueden reponer fuerzas con las anguilas y las truchas, e incluso admirar las impresionantes vistas de las aguas de Belesar.

 

 

 

Panel Ruta do Loio

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Respira, siente y toca las maravillas en esta ruta.

Escucha las aguas revoltosas de sus cascadas y párate en sus molinos. El río no es rencoroso y aunque nosotros empeoremos su salud, él mejora la nuestra.

Disfruta de todas las plantas sin matarlas, ya que son auténticas boticas para nuestra salud.

Cada vez que caminas por un sendero estás salvando vidas.

No molestes a los animales del bosque, están en su refugio que también es el tuyo. ¿A que no te gustaría que estropeasen tu casa o que te molestasen mientras duermes la siesta? Pues a ellos tampoco.

No te dejará indiferente el habitante más anciano de la ruta. Este carballo milenario y sus vecinos habrán escuchado historias de vida, de misterio, divertidas o incluso de amor.....